Caso Abierto: Niña de Temple, Texas de 11 años desapareció hace 38 años
Un caluroso día de verano, Angélica Gándara desapareció después de irse de la casa de su abuela a solo unas cuadras de su casa.
El viernes 14 de julio se cumplieron 38 años desde que Laura Mendoza miró a su hermanita por última vez, Angélica Gándara, quien desapareció en 1985 a solo minutos de su casa.
Durante ese tiempo, Mendoza compartió que su familia sigue sin saber que sucedió con su hermana.
“Sigue desaparecida y seguimos sin saber, no tenemos respuestas, hasta la fecha”, mencionó Mendoza. “No sabemos nada desde el primer día en el que desapareció hasta hoy”.
Mendoza dice que, tanto ella como su familia, siguen esperanzados en tener respuestas, esperanza que comparte el Departamento de Policía de Temple con ellos ya que los detectives discuten el siguiente paso en la investigación.
La hermana menor La familia describe a la niña here
Ella le hacía honor a su nombre, un verdadero ángel para la familia Gándara.
Siendo la menor de la familia, Angélica era la más cercana a sus padres. Olivia y Humberto Gándara, y pasaba mucho tiempo con ellos o con su abuela, compartió Mendoza.
“Era muy callada”, expresó Olivia Gándara al describir a su hija. “No sé por qué, pero era muy tímida, una niña muy temerosa. Recuerdo una vez cuando fimos a México, tenia miedo de las motocicletas que pasaban por el lado del autobús. No sé por qué”.
Al igual que su madre, Mendoza describe a su hermana como una niña tímida, pero dice que también era una niña muy dulce y callada.
“No le gustaban mucho los deportes, era hogareña”, describió Mendoza a su hermana. “Le encantaba jugar, ir a visitar a la abuela. Era muy especial, buena y amorosa”.
Photos of Angelica Gandara
14 de julio de 1985 El día en que Angélica desapareció
Era un caluroso día de verano, poco debajo de los 95 grados Fahrenheit en Temple, Texas el domingo 14 de julio de 1985. La familia Gándara había hecho planes de salir, pero Angélica de 11 años, no quiso ir, dijo Mendoza.
Angélica prefirió pasar el tiempo son su abuela en la casa de ella en la cuadra 700 al norte de la calle Main, la cual se encontraba a pocas cuadras de su casa, 800 de la cuadra de la calle seis.
“No es una larga caminata”, mencionó asistente del jefe y encargado de Investigaciones del Departamento de Policía de Temple Jeff Clark. Según Google Maps, son 10 minutos caminando.
Cuando iba a la casa de su abuela, Angélica se detuvo en la casa de una amiga para preguntarle si quiera acompañarla, un detalle que la policía pudo corroborar después, aseguró Clark.
Su amiga no la acompañó, así que Angélica siguió rumbo a la casa de su abuela sin problema alguno.
Cuando era hora de regresar a casa durante el atardecer, Angélica no llegó a casa.
“Ya no se le volvió a ver desde entonces”, dijo Clark.
¿Dónde está Angélica? La familia buscó a la niña por todos lados
Entre 5:30 p.m. y 6 p.m. de ese mismo día, Mendoza recuerda que su madre, Olivia Gándara, le pregunto que si donde se encontraba Angélica o que si la había visto. Al no saber, Gándara le llamó a la abuela, quien le informó que Angélica se había ido de su casa alrededor de las 5 p.m.
“Ya debía estar en casa”, recuerda Mendoza haber pensado.
Pensando que era raro que su hermanita no hubiera llegado porque ella no hacia eso, la madre siguió llamando a sus hermanos, tías, tíos, “a toda la familia”, mencionó Mendoza.
“El único lugar al que hubiera ido sería la casa de la abuela, la cual se encuentra a tres cuadras de distancia”, dijo Mendoza.
“No era de las que anda fuera”, agregó Gándara.
La madre también llamó a la policía, pero Clark dijo que no llegaron hasta el siguiente día. Aunque, eso no detuvo a la familia de Angélica de que la empezaran a buscar.
“Lo primero que hicimos fue empezar a caminar por las calles, fuimos al parque y por todos lados, buscándola. Fuimos a los callejones, gritábamos su hombre. La buscamos por todos lados, tocamos puertas”, recordó Mendoza. “Creo que no hubo puerta en el área en la que no tocamos”.
“Al principio, si, estuve repartiendo volantes y todo, buscándola”, comentó la madre de Angélica.
Clark dijo que la policía también condujo una búsqueda de puerta en puerta en el vecindario, uno donde raramente había actos criminales, durante varios días. Agregó que realizaron cientos de interrogatorios también.
“Debido a la edad de Angélica, 11 años, también sospechamos que pudo haber habido algún motivo que la llevo a desaparecer”, dijo Clark.
2 personas de interés Dos individuos fueron vinculados con el caso
Un violador y asesino
Ramiro Ibarra de 69 años se convirtió en una persona de interés en relación de la desaparición de Angélica.
En 1997, Ibarra fue encontrado culpable de secuestro, abuso sexual y asesinato de una joven de 16 años en Waco. Se reportó que cometió el crimen en 1987.
Durante el juicio, una exnovia le dijo a la policía que en una ocasión Ibarra le confesó que había hecho “algo muy malo” en 1985, pero que nunca habló sobre el tema.
Ella continuó diciéndole a la policía que en una ocasión la llevo al Parque Cameron en Waco y que el área a donde la llevó “tenía un mal olor”, agregó Clark.
Presuntamente Ibarra le dijo que había matado a un perro. “Ella dijo que pensó que era muy raro porque él tenía mucho remordimiento”, comentó Clark.
La policía buscó en el Parque Cameron entre los cadáveres de los perros, pero nunca encontró rastro de Angélica, según Clark.
Un asesino de niños en serie
No fue hasta el 2005 cuando la policía de Temple recibió la más grande pista (y la última) en el caso de Angélica.
Clark explicó que los detectives del Departamento de Policía de Garland los había contactado sobre tres casos del área de Dallas en los que estaban trabajando y que creían que su sospechoso pudiera haber estado involucrado en la desaparición de Angélica.
“Básicamente, tres niñas que habían sido secuestradas y asesinadas en el área de Dallas”, dijo. “Nos informaron que básicamente tenían un sospechoso en el caso. Su nombre era David Penton, quien actualmente se encontraba encarcelado en una prisión del Estado de Ohio”.
Penton, quien ahora tiene 65 años, fue arrestado en Columbus, Ohio por secuestrar y asesinar a Nydra Ross de 9 años, comentó Clark. Tras su arresto, la policía pudo relacionarlo con los asesinatos de otras niñas en el área de Dallas, Christi Lynn Meeks de 5 años, Christie Diane Proctor de 9 años y Roxann Hope Reyes de 3 años.
La policía también descubrió que había una orden de arresto emitida en el Condado Bell por homicidio involuntario de su hijo de dos años.
Documentos judiciales muestran que Penton cometió esos asesinatos de niños durante 1984 y 1987/1988, cuando estaba en sus 20s.
Mientras se encontraba encarcelado, Clark dijo que Penton les dijo a sus compañeros de celda que estaba involucrado con la desaparición de Angélica.
“Así que esos compañeros de celda hablaban, básicamente decían que David Penton hablaba de varios secuestros y asesinatos que había cometido alrededor del país”, mencionó Clark. “Y durante esas platicas, había mencionado a Angélica Gándara”.
Penton vivía en el Condado Bell en las fechas en las que desapareció Angélica, dijo Clark, lo cual resultó en que él se convirtiera en una “persona de interés para el departamento”.
Los detectives del departamento volaron para interrogar a Penton en el 2005 y 2006, según Clark.
“En definitiva, condujeron varias interrogaciones con David Penton y durante todas ellas, se mantuvo firme diciendo que el no tuvo nada que ver con la desaparición de Angélica”, agregó. “Así que después de varias interrogaciones, llevo a un callejón sin salida porque no había nada allí. No generó nada que los detectives dijeran que lo podía relacionar con la desaparición de la niña”.
Otras pistas La policía ha recibido otras pistas
Antes de la desaparición de Angelica, la policía recibió una llamada sobre un vehículo azul sospechoso que se había reportado por el vecindario, dijo Clark. Dos días después de la desaparición de Angélica la policía localizó al dueño.
“Ellos condujeron interrogatorios extensos y hasta administraron una prueba de polígrafo al dueño del vehículo, pero la prueba se pasó”, compartió Clark.
Clark además mencionó que revisaron el vehículo pero que no encontraron evidencia relacionada con Angélica.
Dos niños del vecindario también dijeron que alrededor de las 5 p.m. del día en que Angélica desapareció, ellos la vieron en el Parque Jackson, a solo una cuadra de su casa, al lado de una camioneta blanca con pintura roja y azul. Agregaron que dentro de la camioneta se encontraba un hombre mayor blanco y una mujer.
“Esos mismos niños agregaron que el siguiente día habían visto a Angélica con la misma pareja en el mismo parque”, dijo Clark. “Al buscar en los documentos, los detectives nunca pudieron localizar ese vehículo o a los individuos dentro de el”.
Mientras que el hojeaba en una de las cuatro carpetas de archivo sobre el caso de Angélica, Clark dijo que no hay evidencia física en su caso.
“Y esa es la parte más difícil en este caso”, dijo Clark. “Al menos que nosotros sepamos, no hay testigos que presenciaron su desaparición y no hay ninguna clase de escena del crimen. Lo único que los investigadores han usado es la descripción de ropa que su familia les dio”.
Clark mencionó que la policía obtuvo una muestra de ADN de Angélica y que fue incluida en la base de datos de evidencia del caso para que si sale algo en el futuro se puede relacionar con Angélica.
¿Qué sigue? ¿Qué harán las autoridades sobre el caso?
La pista del 2005 de Penton fue la última pista que la policía recibió en el caso de Angélica, según Clark. Aunque espera que esta nota sobre “Caso Abierto” genera una pista nueva. Por otro lado, Clark dijo que los detectives están hablando sobre visitar a Penton de nuevo en Ohio.
Clark dijo que a pesar de que Penton nunca ha admitido estar involucrado en el caso de Angelica, esperan que con un intento más, especialmente ahora que Penton esta más mayor ya en sus 60s obtener algo.
“Yo diría que es el sospechoso más fuerte”, mencionó Clark. “Estamos hablando sobre la posibilidad de mandar a otro equipo de detectives para hacer un último intento e interrogarlo para ver si quizá el esté dispuesto a darnos algún tipo de información”.
La familia espera respuestas Los Gándara piden ayuda del público
Mientras que Gándara miraba la fotografía de su hija, una imagen congelada en el tiempo de cuando ella tenía 11 años, recordó los sueños que Angélica tenía para su futuro.
“Recuerdo que siempre decía que crecería y convertiría en maestra”, recordó.
Hoy, Angélica tuviera 49 años, si se encuentra viva, compartió Mendoza.
“Yo no espero que este viva, honestamente”, dijo solemnemente Mendoza. “Mi corazón me dice eso, pero lo pongo en las manos de Dios, quien nos ha sostenido. Su fe en él me ha dado paz y me agarro de eso”.
Todavía Mendoza y los Gándara tienen esperanza en que hay alguien allá afuera que sabe algo que le dará a la familia el cierre que necesitan.
“Solo quiero pedir que si hay alguien que sepa algo sobre Angélica que por favor diga algo”, suplicó la madre de Angélica. “Para que de esa manera el pensamiento que siempre hemos tenido sobre ‘que le pasó’ pueda llegar a su fin”.
La reportera Baylee Bates y productora Lilybeth Castañeda contribuyeron con este reporte.